Dibujo de implantes dentales
Cirugía Maxilofacial, Higiene Dental, Implantes Cigomáticos, Implantología, Sedación Consciente

Así te colocarán un implante dental, si acudes a la clínica adecuada

El proceso para colocarse un implante dental no es siempre el mismo. O, al menos, no debería serlo. Cada tratamiento tendría que responder a las necesidades del paciente y a la fisionomía y peculiaridades de su boca. Por eso en clínicas dentales profesionales, como la clínica Rehberger López Fanjul, una de las pioneras en España y Asturias en implantología avanzada, lo importante es el estudio pormenorizado de cada caso particular. Sin embargo, sí se pueden resumir las fases por las que pasan los tratamientos de implantología más habituales.

Algunas campañas publicitarias lanzan una falsa imagen, que hace creer a muchos pacientes que la implantología se reduce a la fabricación y venta, en serie, de implantes dentales, a cambio de un precio previamente fijado.  Esto no se parece en nada a los tratamientos que se practican en las clínicas más profesionales, de reputación contrastada.

Cuando necesitas un implante dental, la reconstrucción de tu boca depende de múltiples factores: el estudio de tu propia fisionomía, el diagnóstico adecuado, la habilidad de un cirujano maxilofacial, la interactuación entre tejidos orgánicos y materiales biocompatibles…  La implantología es una rama de la ciencia odontológica. Y debe ser tratada como tal.

La colocación de implantes está consolidada desde hace décadas. Pero, aunque sencilla, no deja de ser un tratamiento quirúrgico. Por eso conviene ponerse en manos de los mejores. Clínicas dentales de confianza que sigan un proceso como el que a continuación vamos a describir.

Escáner dental i-Cat

Paso 1: Radiodiagnóstico. Objetivo: planear la intervención y descartar sorpresas.

La práctica de la implantología implica un estudio minucioso tanto del problema del paciente como de su fisionomía. Es la única forma de decidir cuál es la técnica que conviene a cada paciente, de entre el amplio abanico de respuestas que ofrece una clínica profesional.

La importancia del escáner en el diagnóstico.

Una de las herramientas más importantes para llevar a cabo este estudio previo es el escáner. En una clínica odontológica que domine la odontología, tras una primera visita de contacto, no tardarán en tomar un escáner de tu cavidad oral.

El escáner CBCT (tomografía computerizada en haz cónico) nos da una imagen en tres dimensiones. La gran ventaja de esto es que conseguimos información exacta de la fisionomía del paciente y sus dimensiones. Y sin necesidad de “deformar” o aplanar la imagen, como ocurre con la clásica ortopantomografía (una radiografía que “estira” el arco dental para mostrarlo completo en una imagen bidimensional).

Sin embargo, esto no quiere decir que las radiografías tradicionales, como las ortopantomografías, no sean de utilidad, pues aportan información complementaria, aunque incompleta. Solemos decir que disponer de una imagen de escáner en tres dimensiones, en contraposición a tener una radiografía tradicional, es como mirar un globo terráqueo en lugar de un mapamundi. Cada una aporta unas ventajas diferentes y ambas se complementan.

El escáner, además, desvela nítidamente no sólo la estructura de la cavidad bucal, sino también el volumen óseo del maxilar, la alineación de las raíces dentales, el proceso alveolar, etc. Y, lo que es más importante: la calidad del hueso que vamos a tratar.

Escáner doble

En resumen: un buen radiodiagnóstico aporta seguridad a la intervención. Toda esa información nos ayuda a proteger los puntos más sensibles, donde se podría provocar un problema. Por eso nos tomamos todo el tiempo que sea necesario para completarlo y para diseñar el posterior proceso de intervención.

«La inversión en equipos de radiodiagnóstico es un esfuerzo imprescindible para darle al paciente un servicio preciso y seguro. Porque siempre es mejor estar preparados que tener que hacer correcciones en mitad de la intervención». Dr. Federico Rehberger.

 

¿Y si el diagnóstico desaconseja colocar implantes tradicionales? Los implantes cigomáticos son una posible respuesta.

De forma infrecuente, puede encontrarse que, tras ese estudio, el paciente no posee la suficiente masa ósea para practicar un implante tradicional. Esto, hace años, le quitaba toda posibilidad de reconstruir su dentadura mediante implantología. Sin embargo, nuevas técnicas avanzadas permiten que, en clínicas como la de los doctores Rehberger, estos pacientes tengan una nueva oportunidad.

Nos referimos a los implantes cigomáticos, una solución especial que, en lugar de anclarse en el desgastado hueso alveolar, se prolonga hasta los pómulos, donde encuentra una sujeción sólida.

«A pesar de que el procedimiento habitual es el de un implante estándar, creemos que una clínica debe estar preparada para hacer frente a situaciones fuera de lo común: implantes cigomáticos, técnicas de expansión ósea, injertos de hueso, etc. Cuando un clínica, como la nuestra,  tiene suficiente capacidad para salvar cualquier obstáculo y domina todas las técnicas, el éxito en un implante convencional está casi garantizado al 100%». Dr. Guillermo Rehberger.

 

Paso 2: Intervención. Objetivo: colocar el implante con eficacia, seguridad y comodidad.

Dada la longevidad de la técnica de la implantología y del elevado número de implantes que cada día se colocan en todos los lugares del mundo, las técnicas se han diversificado mucho. La tecnología permite incluso practicar intervenciones guiadas por ordenador. Sin embargo, insistimos en que lo importante es un diagnóstico adecuado que permita al cirujano atacar el tratamiento con seguridad, y que el proceso sea llevadero para el paciente.

«La innovación en técnicas, en herramientas y en materiales es importantísima para que las intervenciones evolucionen y, con ellas, la satisfacción de los pacientes. Ni los cirujanos ni los odontólogos pueden quedarse quietos, esperando a que sus procedimientos se vuelvan obsoletos: hay que aprender y aprender y aprender».  Dr. Federico Rehberger

 

En este sentido, hay que detenerse hablar de un asunto que parece menor, pero es importantísimo, tanto para facilitar la tarea del cirujano como para mejorar la experiencia del paciente: la anestesia.

Anestesia por sedación consciente. Una innovadora aliada tanto del cirujano como del paciente.

Gracias a la sedación consciente, una persona puede someterse a una intervención quirúrgica implantológica, sin riesgos ni dolor, en menos tiempo y con la posibilidad de reanudar sus rutinas cuanto antes.

La práctica de estas técnicas tiene otra ventaja: garantiza la presencia de un anestesista durante la intervención, lo que reduce notablemente los riesgos.

Aparato monitor de sedación consciente

Intervención en el hueso alveolar y colocación del implante.

Gracias a la sedación consciente, el cirujano podrá proceder al fresado del hueso alveolar y a “atornillar” el implante en el mismo, sin que se aplique una anestesia general.

Preparar el hueso y colocar el implante es una tarea mucho más sencilla si, como venimos insistiendo, el cirujano posee de una imagen tridimensional de escáner donde se ubican todos los puntos que deben ser protegidos. Esto será lo que complique más o menos la intervención, pero es una información que garantiza la seguridad par el paciente.

Una vez trabajado el hueso, el implante que se coloca es de material totalmente biocompatible, con garantía y de procedencia acreditada. El objetivo es que se mantenga en su lugar durante toda la vida, para lo que tiene que alojarse en tejido vivo. Las superficies de un implante poseen poros microscópicos para que los osteoblastos (las células que componen el hueso) puedan recubrirlo y anclarlo con más facilidad.

La regeneración con plasma facilita la integración del implante dental y reduce el dolor del paciente.

Otra ventaja de la sedación consciente radica en que se puede aprovechar la vía para practicar otra innovación que está revolucionando los resultados de las intervenciones implantológicas. Nos referimos a la regeneración con plasma.

A través de esa vía, se saca un poco de sangre de la que vamos a extraer una “medicina natural” que esta cargada de beneficios: el plasma rico en factores de crecimiento. La muestra de sangre se centrifuga, y el plasma queda separado. Ese plasma se irriga sobre las zonas donde se está ejecutando la intervención.

Fabricando plasma rico en factores de crecimiento

Sus beneficios son sobresalientes: antipatógeno, por lo que previene infecciones; antiinflamatorio, por lo que reduce dolor y facilita una pronta recuperación; regenerador de tejido, por lo que facilita y acelera la integración del implante dental en el hueso alveolar, donde debe alojarse (osteointegración).

Paso 3: Osteointegración. Objetivo: que el implante se fusione con el tejido de nuestra boca.

Llegados a este punto, la intervención quirúrgica termina… por el momento. Ya tenemos colocado el implante. Pero el implante, a pesar de que habitualmente designa “la totalidad” del tratamiento, no es más que la pieza sobre la que se fijará la prótesis, o corona, que es el diente postizo que, a la postre, sustituirá el que hemos perdido.

Qué es el proceso de osteointegración en la implantología.

Esa prótesis no nos será colocada en el mismo momento que el implante. ¿Por qué? Porque es necesario que el material del implante pase un tiempo en contacto con los tejidos vivos de nuestra boca (hueso y encía)  para que se fusione a ellos como si fuera una parte más de nuestro cuerpo. Es lo que se llama proceso de osteointegración. Durante este tiempo no se puede someter al implante, aún débil, a la fuerza de la masticación y otras funcionalidades propias de las piezas dentales.

¿Cuánto suele durar? Unos tres meses. La fase de osteointegración es fundamental para el éxito final del tratamiento. Un 97,5% de los implantes la culmina con éxito. En los casos restantes, hay que retirarlo y volver a empezar.

Pero, ¿quiere esto decir que el paciente va a pasarse tres meses con un hueco visible, antiestético, en su boca? No necesariamente.

La carga inmediata y otras soluciones estéticas para lucir sonrisa hasta que llegue la prótesis definitiva.

SonrisaEn este tiempo de osteointegración, una buena clínica tendrá la capacidad de ofrecer una solución estética para que el paciente no se vea obligado a mostrar la ausencia de piezas dentales. La alternativa óptima, pero no siempre posible, es la llamada carga inmediata.

La carga inmediata consiste en colocar una prótesis provisional sobre el implante en el mismo momento de la cirugía. Esta técnica sólo es adecuada cuando se dan unas características de calidad ósea y estabilidad del implante idóneas.

Es importante advertir al paciente de que la prótesis colocada en la carga inmediata es provisional, y sus funcionalidad no es tan completa como la definitiva. Es decir, hay que cuidarla para no dañar el implante que la sujeta. El implantólogo dará instrucciones al paciente para que esto no suceda.

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