Los traumatismos dentales entre las principales causas de urgencia en una clínica dental

Los traumatismos dentales son uno de los principales motivos por los que los niños y los deportistas acuden de urgencia a una clínica dental. Las lesiones en los dientes y los tejidos que les dan soporte, producidas por violentos golpes, pueden tener consecuencias de todo tipo: desde deterioro en el esmalte, hasta pérdida del diente. Por eso es importante tomarse en serio la prevención de golpes y no tardar en acudir al dentista ante el mínimo síntoma.

¿Qué es un traumatismo dental?

Un golpe lo suficientemente fuerte en la boca puede provocar un traumatismo dental: una lesión localizada en los dientes o en los tejidos que les dan soporte (hueso, encía).

El traumatismo dental es, sólo por detrás de las caries, el principal motivo por el que un paciente se ve obligado a visitar de urgencia a su dentista. En el caso de algunos nichos concretos de personas, como los niños o quienes practican deportes de riesgo o de contacto, son especialmente frecuentes.

¿Cuáles son las consecuencias de los traumatismos dentales?

Un fuerte golpe en la boca puede tener múltiples consecuencias para la dentadura y el tejido sobre el que se sostienen los dientes. Algunas son leves, otras, graves. En ocasiones, se perciben de inmediato; pero, a veces, no presentan síntomas notorios.

Entre los efectos más comunes que podemos encontrar están lo siguientes:

• Movilidad de los dientes.
• Deterioro en el esmalte
• Daños en los tejidos de soporte de los dientes
• Heridas en labios, mucosas, lengua, etc.
• Lesiones en los huesos maxilares, desde leves a severas, pues pueden llegar a fracturarse.
• Daños en los nervios de los dientes, hasta llegar a causar la “muerte” del nervio (pérdida de vitalidad dental, lo que causaría un cambio de color a largo plazo.
• Roturas en las coronas.
• Fractura en las raíces de los dientes
• Caída de los dientes (avulsión).

¿Cuáles son las maneras más habituales de provocarte un traumatismo dental?

Practicar deportes de riesgo o de contacto, las caídas domésticas o en la calle, las agresiones y los accidentes de tráfico son los motivos más habituales de traumatismo dental.

Las caídas

Todo el mundo está expuesto a una mala caída, pero hay grupos de población más propensos a los “aterrizajes forzosos”.  Sobre todo los niños en dos etapas diferentes de su infancia:

En primer lugar, los bebés que están aprendiendo a caminar presentan una mayor prevalencia de traumatismos dentales por caída. A estas edades, es prácticamente inevitable.

Por otro lado, de los 5 a los 10 años, los niños comienzan a engancharse a nuevas actividades deportivas: montar en bicicleta, patinar, juegos de equipo…  Los pequeños poseen una menor capacidad para evaluar peligros y, mientras no dominan estos deportes, aún se muestran descoordinados.  Por tanto, muchos de ellos acaban en la consulta del dentista por un traumatismo dental.

Las agresiones interpersonales

Suelen tener consecuencias más graves que las caídas, así que recomendamos de corazón evitar toda situación que pueda terminar en estas absurdas incidencias.

Parece mentira, pero las peleas y las agresiones representan una de las causas más comunes de traumatismo dental. Son habituales en adolescentes, pero no resultan infrecuentes entre adultos hechos y derechos.

Los accidentes

Por su parte, los accidentes de tráfico suelen provocar los traumatismos más graves, algunos de ellos acompañados de graves fracturas faciales y maxilares.

Por el contrario, las canchas deportivas son el escenario habitual de golpes fuertes en la boca. Especialmente, cuando los deportes practicados entrañan mucho contacto físico (rugby, baloncesto, deportes de combate, etc) o riesgo (skate, parkour, etc).

En casa y en el trabajo hay posibilidades de sufrir accidentes, pero menos posibilidades de sufrir traumatismos dentales.

¿Qué debemos hacer cuando sufrimos un traumatismo dental?

Aunque en ocasiones, los daños producidos por un traumatismo dental se pueden ver a simple vista, otras veces pueden pasar desapercibidos. Esto tiene el riesgo de hacernos pensar que no ha ocurrido nada, cuando quizá estemos sufriendo un problema grave.

Inmediatamente después de sufrir un duro golpe en la boca debemos:

Comprobar si sufrimos síntomas

Existen algunos síntomas que deberían preocuparnos e indicarnos que verdaderamente tenemos un problema, como sentir dolores o molestias en los dientes al morder o masticar.

Como hablamos antes, las consecuencias de un traumatismo dental son diversas, desde daños en el esmalte dental hasta la perdida de piezas dentales.

Acudir a una clínica dental lo antes posible

En cualquier caso, con síntomas o sin ellos, ante un golpe fuerte en los dientes es conveniente acudir a una revisión dental lo antes posible. Sólo un especialista puede evaluar correctamente la gravedad de los daños, realizar las pruebas diagnósticas que considere necesarias y actuar en caso de que así estuviera indicado.

¿Y si el accidentado lleva ortodoncia?

En caso de estar siguiendo un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets tradicionales, brackets damon, brackets zafiro o de otro tipo, además de realizar un diagnóstico general, será necesario que te vea tu ortodoncista.

Si, tras un examen preciso, encuentra daños, el ortodoncista podría tener que modificar el estudio y la planificación de la ortodoncia, con el fin de que el tratamiento evolucione correctamente.

Personas que sufran maloclusión dental

Asimismo, los problemas relacionados con el desarrollo de los maxilares también pueden prevenirse en un gran número de casos, gracias a tratamientos de ortodoncia interceptiva. Y, en caso contrario, pueden someterse a cirugía ortognática.

Recordamos que las maloclusiones se pueden corregir mediante tratamientos de ortodoncia, o incluso prevenir si son detectadas en edades tempranas.

Si sufrimos una maloclusión común, como la mordida abierta o el resalte, debido a una menor protección de los dientes, las probabilidades de traumatismo dental son aún mayores. Incluso el maxilar corre un mayor riesgo de lesionarse.

Los incisivos centrales son las piezas con una mayor exposición. Por tanto, son los dientes con mayor probabilidad de sufrir un traumatismo dental a raíz de un fuerte golpe.

Una oclusión correcta favorece que los dientes estén mejor protegidos. Por esto las personas con un desarrollo incorrecto de los huesos maxilares, como puede ser una mandíbula adelantada, corren un mayor riesgo ante los golpes, de sufrir daños en los dientes.

¿Cuál es el tratamiento para un traumatismo en los dientes?

Como hemos explicado más arriba, un traumatismo dental tiene muchas consecuencias. Dependiendo de cuál sea las que sufra el paciente, la solución variará.

Roturas en las coronas dentales

Si la pulpa dental no se ha visto afectada, lo habitual es realizar una restauración para solucionar esas pequeñas grietas o roturas en la corona. En caso de conservar la pieza de diente roto, el especialista podrá intentar unirla de nuevo al diente. En caso de que no pueda, tratará de restaurar el diente mediante carillas o composite.

Dientes con daños en la pulpa dental

En casos en los que la pulpa dental ha sufrido daños, además de la restauración del diente, se deberá practicar previamente una endodoncia.

Dientes con daños graves

Si el diente ha sufrido daños tanto en la corona (su parte externa) como en su raíz (su parte interna), es posible que haya que extraerlo. En ese caso se le recomendará al paciente la colocación de un implante dental.

Pérdida, avulsión o caída de los dientes

Cuando el accidente provoca la pérdida del diente nos encontramos con varias situaciones:

Avulsión o caída de dientes de leche

En este caso se debe mantener el espacio que este ocupaba para dejar el camino despejado para la erupción del diente definitivo. Para ello, se coloca un aparato que evita que los otros dientes se muevan. Este tipo de aparatos dentales son los que se utilizan en los tratamientos de ortodoncia interceptiva.

Avulsión o caída de dientes definitivos

Si se trata de un diente definitivo existen dos alternativas: reimplantar el diente (en caso de que se haya desprendido sin dañarse), o sustituirlo por un implante dental.

Traumatismo dental acompañado de fracturas faciales

En accidentes graves, el traumatismo dental puede venir acompañado de fracturas faciales. En estos casos, además del odontólogo, es necesario recurrir al cirujano maxilofacial. Este realizará un examen radiológico exhaustivo y otras pruebas que considere oportunas, para determinar si es necesario intervenir quirúrgicamente.

¿Existe alguna forma de prevenir un traumatismo dental?

La mayoría de los traumatismos dentales son producidos por caídas fortuitas o accidentes inesperados. Sólo en caso de poder anticipar que se va a practicar una actividad de riesgo, podremos tomar precauciones adicionales.

Existen dispositivos especiales, como los protectores bucales o férulas para deportistas, que ayudan a mantener los dientes más protegidos ante cualquier golpe que reciban. Además, al obligar al deportista a llevar la boca cerrada y los músculos apretados, las férulas reducen también los daños en el maxilar.

Suelen estar fabricadas con materiales plásticos. Pueden ser más o menos flexibles, ser estándar o estar hechas a medida. Estas últimas, por lo general, son de una mayor calidad y aportan una mayor garantía de protección.

Los traumatismos dentales son una causa importante de urgencia dental y por ello se debe actuar con rapidez. Es fundamental acudir de inmediato a la clínica dental, para que el especialista realice una revisión exhaustiva y conozca el alcance y la gravedad de la situación. De esta manera podrá proponer el tratamiento que sea más adecuado.

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Artículo publicado en la revista TodoDeporte Asturias (Nº 21 / Pág. 10)